Reflexión sobre las Actividades con las Familias.

Ahora que ya os hemos presentado las actividades del proyecto, toca reflexionar sobre el tipo de participación que tienen las  familias

En primer lugar, recordemos los tipos de participación que existen (según Includ-ed Consortium):
Informativa: Únicamente reciben información sobre las actividades.
Consultiva: Tienen un poder decisorio limitado.
Decisoria: Participan activamente en la toma de decisiones  y rinden cuentas al centro.
Evaluativa: Participan en la evaluación general de la escuela.
Educativa: Participan en los procesos de aprendizaje tanto en horario escolar como extra-escolar.
Naturalmente, las tres últimas son las de mayor impacto y las  que generan un resultado más positivo en lo referente a los procesos de enseñanza - aprendizaje y a la mejora de la relación familia - escuela.

En cuanto a nuestro proyecto, creemos que el tipo de participación familiar con el que más se identifica es con el Educativo. Esto es porque, como hemos explicado, la participación de las familias es de vital importancia para el pleno desarrollo de las actividades.
Necesitamos el apoyo de las familias y que estas participen, en la medida de sus posibilidades, en la preparación y desarrollo de cada actividad. Esta participación puede darse en diferentes grados, desde mostrar interés y animar a la participación activa de sus hijos e hijas, hasta la colaboración y aportación en los decorados, vestuarios, grabaciones ensayos... De lo que se trata es de vincular a las familias de forma directa con el aprendizaje de los niños y niñas.  Nuestro objetivo es pues, lograr la implicación y la participación activa de todas las familias, tanto dentro como fuera de las aulas.

En cuanto a nuestra idea inicial sobre la relación familia-escuela que teníamos al empezar esta actividad, creemos que no se ha modificado o, al menos, no demasiado. Tradicionalmente, de forma general, hemos vivido la participación de las familias de tipo informativa, o como mucho, en algún caso muy concreto (como la excursión de fin de curso o los disfraces de carnaval), la participación de tipo consultiva. Sin embargo sabemos que existe otra forma de hacer las cosas, las familias pueden colaborar y aportar mucho al  proceso educativo de sus hijos e hijas. Esta participación más activa, si bien es cierto que está más extendida en la etapa de infantil, es ampliable a etapas posteriores. Somos conscientes que es complicado llegar a un grado de implicación tan completo en un primer momento, y que sería necesario bastante tiempo y un proceso progresivo para alcanzarla. No podemos pretender que familias que nunca han participado en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos e hijas se impliquen completamente el primer día  el primer mes, ni siquiera el primer año. Debemos tener paciencia e ir organizando actividades de colaboración sencillas y breves al principio para, a continuación, ampliarlas y complicarlas poco a poco, al ritmo de las familias de cada grupo-clase.

En nuestro proyecto nos hemos saltado esa primera fase, dando por hecho que nuestras familias ya son conscientes de su importancia y que ya hemos trabajado con ellas en años anteriores, por lo que podemos pedirles su colaboración a gran escala. Las familias de nueva incorporación al centro se verán arropadas y apoyadas por las veteranas, facilitando su participación.

Imagen de Pixabay

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